Quería compartir con vosotros mi experiencia con el yoga durante el embarazo. Yo iba a clases de yoga antes de quedarme embarazada. Para mí, ir a clases de yoga es el momento más esperado del día porque me ayuda a liberarme de las tensiones y a dedicarle un poco de tiempo a mi mente y a mi cuerpo. Salgo de las clases con una relajación y paz totales.
Cuando supe que estaba embarazada, me cambié a un grupo especial para premamás. Creo que es lo mejor que he hecho durante el embarazo.
He aprendido a tener una conexión con mi bebé desde los primeros meses, que ahora veo recompensada porque es una niña muy tranquila que no me cuesta mucho que se relaje y que duerma bien por las noches.
Además, gracias a las repiraciones de yoga y a la concentración, pude controlar el dolor de las contracciones de dilatación y de la fase expulsiva del parto, que fue sin epidural.
Mando un beso muy fuerte a mi profe María Teresa del centro Yoga Aglaya de Ciempozuelos por todo lo que he aprendido de ella.
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