Berta ya tiene tres meses y el otro día le pusimos los pendientes.
El pediatra nos había recomendado que no se los pusiéramos hasta que tuviera por lo menos dos meses y medio porque, hasta ese momento, el lóbulo de la oreja se sigue desarrollando.
No fue un plato de buen gusto, yo le tuve que pintar con un rotulador el lugar exacto para que le hicieran los agujeros. Berta estaba llorando y así era muy difícil acertar y dibujar un punto concreto. Después de varios intentos, los dos puntitos en las dos orejitas parecían estar a la misma misma distancia. Ahora empezaba lo peor, los disparos, sí los disparos con la pistolita para hacer los dichosos agujeritos. Me recordó a los pinchazos de las primeras vacunas...
En cuanto a los pendientes, aunque yo llevaba unos muy chulos, le pusieron unos especiales que con el disparo ya le quedaron puestos con tuerca y todo. Total 17€.
Ahora, aunque no le ha sangrado ni tiene herida, se lo tengo que cuidar unos días con alcohol de 70º y ya estará lista para seguir uno de los ritos de la sociedad, llevar pendientes.
imagen de madreshoy.com
1 comentario:
Y yo que no me atrevo... Es que la veo tan chiquitita.
Publicar un comentario